Esos besos que se encierran
en el aire de peceras que tras cristales locos van mirando hacia la espalda de caminantes que caminan y caminan mostrándonos la espalda esos besos, esos besos esocondidos. Dios, más fuerte que la ciencia en el silo de una nube que tras aires desbocados va mirando atravesado a la espalda de la espalda que se queda y se queda con la nuca que nos mira esos besos, esos besos prohibidos... Cuantos besos, desperdicios de amores que en peceras tras cristales que son jauia nos miraban, nos miraban de espaldas a la sombra y buscaban, y buscaban unos labios que mostraban esos besos, esos besos tan malditos. Miel de besos derrotados en el aire de un suspiro que tras hielo de cristales ya no miran, ya no miran ni a la espalda ni a los pies y se esconden y se rinden y se pierden como niños esos besos, esos besos tan queridos. Dios, más débil que yo mismo en mi esquina, en mi antro, en mi espalda, en mi tez que se mira al espejo, que se mira al espejo y que se queda y ya no sirve para mover un labio más por esos besos, esos besos... sin olvido. DR. MGF. REVIENTA POESÍA. Esos besos ya no llegan para darme otro querer... |
martes, 3 de enero de 2017
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