Volvamos a la peseta
a las bicicletas en los pasillos que nadie necesitaba robar a las vías incrustadas en los adoquines a luchar por alcanzar esa pequeña felicidad que se conseguía en un beso a las nueve de la noche en la puerta de un portal. Volvamos a la peseta y a las carreras que hacíamos a las cinco menos diez para estar juntos, aunque las baldosas sueltas nos obligaran a un traspiés. A luchar por ese SIEMPRE que nos dió el primer beso y el siempre que nos dieron los otros diez. a las nueve de la noche en la puerta de cualquier lugar. Volvamos a la peseta esa que nos sobraba pues no había que gastar para estar juntos, pues bastaba un aliento y un querer sin que las fachadas en las calles nos cambiaran los abrazos ni nos dieran un revés... y a las nueve de la noche nos fundiera el SER... BESAR. Volvamos a la peseta a esa lejanía que fue el primer amor... y a las farolas intermitentes y el saber decir ADIÓS, hasta mañana, buena suerte y que sueñes... un poquito con mis besos, por favor. que yo no duermo contigo pero te sueño... te sueño... y te sueño como sueña un soñador. DR. MGF. NUEVE. Algunas veces nos atrapan los recuerdos. |
jueves, 26 de mayo de 2016
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