miércoles, 20 de enero de 2016

No recuerdo el este en el oeste,
el norte en el sur,
los orgasmos en la tristeza,
la codicia en la miseria
la caridad armada hasta los dientes
los buenos sentimientos en letra pequeña...
las austeridades con lujo desmedido, 
el amor con impuestos de valor añadido.

No recuerdo la infancia insoportable
el llanto en un arbol
que ha sobrevivido a un incencio,
Ni la dicha en el olvido
ni caricias en las celdas,
ni la fe generando terremotos
que por orden divina no sean
para mover montañas
que caigan limpiando laderas
de pobres que viven sin columnas...
columnas que les protejan.

No recuerdo amores de dioses
que antes no me asustasen
con iras bien aprendidas
por ministros que se auto-nombran
curas... curas para la tierra.
Imanes del hierro sagrado
magnetismo de las guerras.
No recuerdo chamanes futuros
que me curen de mis recuerdos.
del norte, del sur
de los orgasmos de la vileza.
de codiciosos impíos
con inhumanas, caritativas caretas.
Siempre prometiendo el cielo
armado hasta los dientes
de hipócrita mierda.

No recuerdo haber leído
el contrato que me ofreían
quienes me hablaban de vida
para asustarme con la estela
de la muerte todos los días.
Con la escucha de pensamientos,
con el cumplimiento de las promesas,
o con el olvido de los errores
que el pasado covirtió en lastre:
peso que no me deja
hablar de presentes presentes
en los que no aparezca
la tinta invisible de un trato
que no leí...

No recuerdo.

DR. MGF.
NUEVE.

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