Escribe: En los bordes de las mesas, 
en las arrugas de las servilletas usadas, 
en los azules de un cielo parcialmente nublado, 
en los pétalos secos de las rosas 
que perfumaron tus nocturnas lecturas, 
en el envés de los sobres sin destinatario, 
en los rollos de papel que adornan 
el interior de una botella en el oceano,
en los sueños armados de deseo,
en la espera de los duendes,
en la corteza de los árboles que encierran
amores eternos y corazones y flechas...
en la vuelta de las facturas,
en tus currículos nunca entregados,
en el alfeizar de la ventana,
en los dinteles y umbrales de las puertas,
en el mapamundi de tus desgracias,
tras los boletos de viajes nunca hechos
y en las postales nunca enviadas.
Escribe y después cuéntamelo
con esa tinta invisible que une nuestras miradas...

DR. MGF.
NUEVE.