miércoles, 20 de enero de 2016

Cuevas.
Los días se aplican en cuevas en principio e inicio.
Desde lo luminoso hacia lo oscuro.
Desde lo visible hacia lo invisible.
En zonas que se vuelven cavernas
cavernas que obligan
a aventuras que gimen gozos guturales.
Nos adentramos a mundos que son oquedades
suaves discordias de un tiempo que se nos pasa
como la sangre ya nunca nos cubre la vida
en zonas que hace ya tiempo se muestran distantes.

Cuevas.
El aire se vuelve más denso en las zonas profundas
y desde la luz lo visible se vuelve inconstante
y frente a la luz solo existe la noche.
En aires que se vuelven cavernas
zonas cavernosas
a aventuras que obligan a gozos perdidos.
Si solo con una caricia seríamos felices
sin encontrar en los huecos otras soledades
como la sangre que ya no cubre cavernas...
en zonas que solo el amor sería constante.

No pienso luchar contra el tiempo un instante
ni explorar más cuevas que ya no me abrigan,
más bien me quedo en abrazos
y... en no me lo digas;
dormir junto al calor de una espera debida
sin hacer aspavientos al sol ni al negro ni al denso
aglutinar de oscuridades lo que solo es viento.
Y se que no me oirás, pues vives dormida
y yo duermo a tu lado sin sombra
que nos ensombrezca.
Y como la sangre que ya no cubre cavernas
sigo latiendo al final un aire constante...
y un viento sin aire.

DR. MGF.
LA LUCHA.

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