domingo, 20 de septiembre de 2015

Esta noche he vuelto a ver el triángulo de verano.
Vega, Altair, Deneb.
No se si se me han cambiado muchas cosas en en la mente
pero he decidido hacer esta pequeña recapitulación:
He estado huyendo mucho tiempo de los malos poetas
y las malas poetisas, que también las hay.
(A partir de ahora, entienda todo el mundo que no soy sexista y que no pongo la arroba por no tocar una tecla que no existe en mi abecedario real)
Los hay que utilizan palabras tontas, palabras estrechas,
palabras agrestes... solo palabras
tan discordantes que rechinan oídos
cuando las lees.
Los hay que utilizan sentimientos tan sumo baldío que se resume
en jugo y leche.
Los hay que el jugo y leche han de ser condensados,
industrializados, concentrados y cocinados...
para no decir nada.
Los hay que hablan de libertad, de humanidad, de niños muertos
como si fuesen el jugo y la leche de sus escrituras...
Los hay que rompen la esencia de la poesía en loor de vanguardistas y atroces inconjugaciones de verbos.
Los hay que entienden poesía en el loco volcán de tres consonantes... y con eso les vale.
Y después de mucho pensar y pensar hacen un gesto de incomprendidos.
Los hay, que los hay, que entienden poesía perfecta
en sus faltas de ortografía.
Los hay que la hache la entienden en el verbo "Ha ber"
si alguien los ha entendido.
Los hay, que en su mala leche, se ocupan, sin más
decir "Que bello lo tuyo, leete el mío"
Los hay tan odiosos que copian las copias del copión
que a mí me ha leído.
Ya he dicho que he estado huyendo mucho tiempo de los malos poetas y poetisas.
De aquellos que se entienden en la cima del olimpo
por juntar cuatro frases
como el burro flautista.
De los que Iriarte, Samaniego, o incluso la fuertes
son simplemente desconocidos.
A ver... me estoy cansando de este asemejo de verso
o de este intento de poesía.
He intentado huir de los malos poetas y poetisas...
¿Que diré de los MALOS músicos que no he dicho?
Ah, sí de esos ya huí.
LO DEMÁS ES DE LIBRO.
DR. MGF.
COSAS QUE NO PUBLICARÉ.
Aún así, no me obliguéis a leer y escuchar mediocridades
envueltas en alabanzas y loas de contínuo
Aunque no lo creais, tengo orejas y ojos y sentimientos
y se muy bien diferenciar lo malo de lo malísimo.

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