miércoles, 25 de marzo de 2015

Leo, escucho, veo como quien no quiere saber leer tergiversa mis palabras.
He notado últimamente cómo se alteraban todas mis afirmaciones para obtener pensamientos míos que nunca he tenido.
Veo, entre montañas de arena que lo que me viene es el viento.
Un viento pensado que mueve estiercol.
Leo, escucho, veo como quien no me quiere busca inventar lo que yo nunca he dicho.
He notado, durante toda la vida, que hay muchas gentes que inventan idiomas.
Idiomas salvajes que no vienen a cuento.
Veo, entre montañas de estiércol lo que nunca he pensado.
Un viento salvaje de pensamientos.
Pensamientos calculados
para decirme que miento.
Leo, escucho, veo como alguien me dice nada pero me pide un cilicio.
He notado, últimamente como aprovechan mis palabras, mis opciones de hacer versos.
Como tergiversan mi aliento...
Veo entre montañas de mierda al dios de la mierda soplarme contento.
Un soplo perdido en éste universo.
Y de pensamientos calculados,
ya va... que no lo siento.
Así, que a la MIERDA, el dios de la mierda...
y se vaya contento.
No hablo de sombras
ni hablo de encuentros
que hay gente que busca
que te vayas... y acierto.
Leo, escucho, veo como solamente niños perdidos me muestran la palma de la mano.
He sentido como me piden un poco de pan y algo de apoyo en sus días sin cielo.
He notado como al final...
solo soy un peldaño en sus miramientos.
Y en cuanto me pasan, me saltan, me olvidan.
Y buscan a otro que enmerdar con sus cuentos.
No hablo de sombras...
y creo que acierto.
POMEAS PARA DESPEDIRSE, AMARSE, ODIARSE... Y QUIZÁS... ZANJAR.

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